Familiarizandome con el lugar.

Al bajar las escaleras de la mansion poco despues que la matriarca lo hiciera senti varias presencias , por lo que probablemente eran nuevos huespedes y ella tendria que atenderlos, pobre de ella hacerse cargo de todo ahi, pense. Suspire agradeci mi situacion de ser libre completamente.
Me encontraba deambulando por el basto jardín, en cierta forma podria opinar que era hermosos pero odiaba las flores; saque la lengua al ver algunas y me pose sobre una barda observando todo en derredor.

Me acerque a ella y sonrei - ¿demasiado lindo para mi?- tome una flor y arruge la nariz.

-encerrarse es de aburridos antisociales, y aunque soy antisocial no me considero aburrido- sonrei y coloque la flor carmín en sus manos.
-ademas deseaba conocer mas el lugar... sus alrededores-

sonrei divertido - bueno no puedo quejarme- meti las manos en los bolsillos.

-Y eso es lo que hace admirarla- sonrei.
-aunque a mi no me agradan-le di un pañuelo, y puse rostro serio.

tome el pañuelo y lo oli con delicadeza

-su sangre es... dulce - sonrei y le tendi el pañuelo
- prefiero que lo conserve-

Mala eleccion me pense, doble el pañuelo y lo guarde de nuevo en el bolsillo del saco, sin quitarle la vista hasta que entro en la mansion.
Me gire hacia la salida del jardín que daba hacia un inmenso camino rodeado de enormes arboles, decidi dar una vuelta.