¡Mugrozos cazadores!¡malditos sean! eso llevaba en mi mente al ir corriendo tanto como podian mis piernas.¿Como pude creer que de alguna forma me ayudarian? que imprudencia haber irrumpido en su campamento, suerte que en mi bolso me guarde esa roca tan peculiar y hermosa, seguro y les revente la cabeza por los azotes. Y estas lagrimas que no cesan, no hacen mas que estorbar en mi vision!!
-Ho no!- me caido; lo que me faltaba-¡aaww!!- sobo mi rodilla y aprieto el raspon, alzo la mirada y veo la enorme mansión. Limpio mis ojos de las lagrimas, es inutil se empeñan por seguir saliendo.